Ensalada improvisada.

Cuando no hay tiempo no hay tiempo. Noooo.... si quieres te organizas..... ¡ y una m........!..... cuando no hay tiempo no lo hay. Y si encimas llegas hasta arriba de Fidelio menos todavía.

Pero para eso está la imaginación señoras y señores. De hecho, una de las claves del éxito de los grandes chefs, y en general de los artistas es la imaginación, pensar, pensar.

Y eso es lo que hice esa noche.

Cuando todavía resonaban machaconamente los compases de Fidelio en mi cabeza, abro la nevera, y empiezo a pensar combinaciones con lo que hay. ¿Que qué es lo que tenía?, pues te cuento.

Unos tronquitos de brócoli que había cocido al vapor hace un día.

Un huevo duro.

Queso parmesano.

Una cebolla grande.

Y un resto de papilla de verduras de los niños, jajajaj, que siiiii, que vale todo, aquí no se tira nada.

Un poquito de perejil en polvo y unos granos de sésamo negro y blanco.

Ajo

Aceite de Oliva virgen extra, sal y pimienta.

Pues manos a la obra.

Salteo tres dientes de ajo en láminas. Cuando empiezan a dorarse añado una pizca de pimentón dulce retirado del fuego y el brócoli. Salteo y reservo. Caliento la sosa papilla de patata, calabaza, zanahoria y puerro y añado sal y pimienta. En una sartén pocho la cebolla a fuego lento y con aceite durante bastante tiempo hasta que esté muuuuuuy blandita, con sal y pimienta. Emplatado. Dispongo el brócoli, la cebolla por encima, la crema, el huevo duro rayado, el parmesano rayado, chorrito de aceite de oliva y perejil en polvo para decorar. Voi-lá. Si está un poco frío el plato le dais un toque en el micro u horno.
Que aprovechen.