lunes, 8 de octubre de 2007

Naranja. Un pionero gastronómico en la Alameda.


Pues sí que acertó Fabián con el nombre de su restaurante. Porque cuando la flor de esta fruta hace su aparición, algo pasa en Sevilla. Algo se transforma, algo se respira, algo se vive, diferente a todo lo demás. Y cuando digo a todo es a todo. ¿Verdad viejo?.
Dejaba Fabián Barcelona en el año 2000 para volver a la tierra de sus antepasados. Andalucía. Un argentino que siendo encargado y relaciones públicas en varios locales de renombre de la capital condal, decide empezar nueva vida en Sevilla.
Naranja, según Fabián, su propietario, pretende ser un restaurante de líneas simples y puras. Y lo consigue. Porque lo primero que se nos viene a los ojos al adentrarnos en este restaurante es ese color. Ese color por todas partes. Sin agobiar, formando parte de una decoración equilibrada, con buen gusto, rozando el minimalismo y sobre todo con la que te encuentras cómodo. Un lugar coqueto, no demasiado grande, y que aporta una pincelada gastronómica de calidad a un barrio, el de la Alameda, que aunque de siempre ha sido visitado por Dionisos, no es que se haya caracterizado por tener locales de buena comida adaptada a las nuevas tendencias de la restauración unidas con estilo, decoración,etc….
Seguro, que mientras pueda (Fabián), usted lo podrá encontrar sorteando y saludando las diferentes mesas procurando una estancia lo más cómoda posible por parte del cliente. Afable, con ganas de agradar y tomándose muy en serio ese maravilloso arte y acto “quasi sagrado” de dar de comer. Por supuesto acompañado de un personal de sala siempre bilingüe (Español-Inglés) ágil, eficaz y muy agradable.
En Naranja, usted podrá encontrar buen producto y elaboraciones trabajadas, algunas de alta cocina. Como dato a tener muy en cuenta, es que su chef Carlos Escuin, suele pasar algunas temporadas haciendo prácticas con el gran chef marbellí Dani García (con muchas distinciones en su haber, pero sorprendentemente sin ninguna estrella Michelín, todavía).
Para la temporada de verano, Naranja cambia su carta por platos más refrescantes y ligeros, que entre todos ellos se me quedó grabado a fuego ese gazpacho de sandía con sorbete de apio. Una combinación muy conseguida, de sabor sencillo, equlibrado y original. Los rollitos turcos (rellenos de queso de cabra) con chutney de frambuesas.
Unos langostinos al estilo naranja, buque insignia, que siguen con Fabián desde los inicios a pesar de los cambios de carta. La ensalada de atún macerado con frutas y mayonesa de soja muy buena. Y un bife de ternera argentina en su punto que aunque fuera verano resulta igual de bueno. Fabián como buen argentino, trata la carne de manera exquisita.
La carta de vinos es variada y extensa. Pruebe el “Bestué” de Somontano y ya me dirá.
Los postres, escasos pero caseros. Una tarta al 80% de cacao muy buena.
Para cuando usted lea esta columna, Naranja se habrá remodelado algo con nuevos toques decorativos y quizás una propuesta gastronómica con algunos cambios en carta.
Un motivo más para visitarlo.
Extracto: http://www.cocinanaranja.com/ Una web atractiva y buen diseño donde poder ver algunas fotos del restaurante, su carta, reservas, etc.…
Extracto: Un dato curioso. Entren en los aseos y encontrarán un pequeño guiño decorativo que juega con la palabra “naranja”.
El 18 de Septiembre amplia su oferta. Por las mañanas ofrecerán desayunos, además de las inigualables tostadas andaluzas, una variedad de sándwiches, zumos naturales, cereales, yogurt, bollería argentina, tartas, mermeladas caseras, etc.
Lo mejor: Trato afable. Decoración. Platos muy elaborados, de combinaciones originales pero sensatas, más cercanas a la cocina moderna que al típico queso de cabra con mermelada de frambuesas.
Lo peor: Quizás en algunas elaboraciones la relación precio-cantidad no esté demasiado ajustada.
C/Relator .Telf. 954915080. Horario: Desayunos, almuerzos y cenas. Todos los días de la semana. Precio: 20 - 30 euros.
Carlos Ambrosio.

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