Mi más sincera enhorabuena al restaurante sevillano Abantal. Por fín, una estrella de la prestigiosa guía Michelín en Sevilla, después de aquellas de Oriza y Alabardero. Que por cierto Oriza ya no es lo que era. Me decepcionó. No se corresponde la pasta que cobran con la calidad y punto de sus platos. El bacalao en su pil-pil era una alpargata. Inconcebible en un restaurante así. Pero a lo que voy, enhorabuena a Julio Fdez. y equipo. Se lo merecen. Estuve allí dos o tres semanas antes de que recibieran el galardón. Se vaticinaba algo, se rumoreaba desde hace tiempo, pero igual que San Fernando 27 y alguno más. Desde luego, en mi visita no falló nada. Unos platos sencillos, pero con buena armonía, sabor, puntos buenísimos, ninguna fisura en el menú desgustación maridado a la perfección por su sumillier del cual siento muchísimo no recordar su nombre. Servicio de vino correctísimo, discretísimo y dando en el clavo de esa armonía existente entre caldo y viandas.
En otra ocasión os pondré algunas fotos de los platos que degusté. Merece la pena y no está desorbitado.