Una pequeña construcción que hice anoche. Una rebanada de ese pan tostado que venden, con salmón ahumado, queso fresco y pesto que sobraba en el frigorífico. Todavía estoy pensando en si le pegaría un par de dados de dulce de membrillo, combinando con los fuertes sabores del pesto y salmón.
Por cierto lo combiné o maridé con un Ribera del Guadiana.
Saludos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Me parece un magnífico plato, pero te sacaré de dudas, la opción del dadito de membrillo hubiera estado fenomenal. Soy un amante de los contrastes de sabores, y hubieras creado uno muy interesante. Ya tienes excusa para prepararlo de nuevo.
Valkenobi, gracias por tu comentario. Y por sacarme de dudas. Obviamente tampoco sería lo mismo que hacerlo con una buena rebanada de pan de barra, al estilo "pincho".
Publicar un comentario